Madre Micaela fue
una mujer emprendedora y decidida, que tuvo siempre clara su vocación
para con Dios. Llegó a los
veintidós años al “ Real monasterio de la Zaidia”, proveniente de un pueblo de
la Ribera alta valenciana, Algemesí. Donde quiso la gracia divina que
hubiera dado testimonio de fe y dedicación
la señora Josefa Naval Girbés, más conocida como Señora Pepa. Ella fue un ejemplo de conducta
para la joven María Salud, nombre que le fue concedido con anterioridad en la
pila bautismal; esta pasó su adolescencia bajo la atenta mirada de la Beata, que ya le profetizaba un
futuro de gran labor dentro de la iglesia .
La orden del Cister
administraba el segundo convento de La Zaidía de la historia, ya que el
primero hubo de ser derruido en
1806, junto con el Palacio Real y los Reales para impedir que los franceses, en
la Guerra de Independencia que libramos contra ellos, tuvieran bastión
donde acuartelarse fuera de las murallas
de Valencia . Daños colaterales, que llegan a ser crímenes contra la
cultura y la identidad de un pueblo. Aún
quedan en la memoria los Reales y su palacio. ¿Pero dónde fue a parar el
reconocimiento para nuestra pequeña Alhambra valenciana? La Zaidía, que
así lo era, ¡se perdió!
Pocos vestigios quedan de la Gran Taifa
de Xarq Al-Ándalus, liderada por el emir tagrí muladí Ibn Mardanis o rey Lobo.
Este heredó en 1146 la sucesión, por parte de un tío, como gobernante de la
ciudad de Valencia, capital por aquel entonces de un territorio tan vasto, que
alcanzaba desde Tortosa hasta Almería.
El rey Lope, como
también era conocido por los aliados o no cristianos, presumía de relajadas
costumbres que le dieron fama en todos los reinos hispanos. Pero a la misma vez
era admirado y temido por todos sus enemigos y conocidos.
Uno de sus caprichos fue
mandar edificar un palacete para su hija predilecta Zayda, en una munya, que
tenía en propiedad en los terrenos de Marxalenes,en el margen del río Turia
opuesto a la ciudad amurallada de Balansiya.
Tras la llegada de los
almohades a la península, y la muerte del rey Lobo, Abu Zayd servidor de estos
gobernó la ciudad embelleciendo la Zaidía, con preciosos jardines y una
decoración exquisita. Cosa por la cual me atrevo a compararla con la joya
Granadina, aunque se de sobra que su extensión y esplendor quizás no fueran los
mismos.
Retornando a la vida de Madre Micaela esta al
llegar a el nuevo convento construido en entre 1876 y 1879, se interesó
por el primigenio monasterio y su fundadora, Doña Teresa Gil, tercera esposa
de Jaime el Conquistador y la más problemática de sus conquistas . La necesidad de refugio espiritual y terrenal
la llevó a exigir a su caprichoso y enamoradizo cónyuge, tras más de una
traición por su parte, que le cediera la
propiedad para ella y sus hijos del
palacio de la Zaidía. Independizados Jaime de Jérica y Pedro de Ayerbe, la gran
dama decidió entregar su vida a la oración y el sosiego, creando con la ayuda
de la orden Cister un monasterio dedicado a la advocación de nuestra señora de
Gratia Dei. Rechazando desde un primer momento cualquier protagonismo y
ejercitando en el convento el papel de portera.
Esa gran mujer
testimonio de tenacidad y fe, fue referente para la hermana Micaela, que siguió
la vida monástica con la mayor dedicación. En muchas ocasiones rezo junto a su
sepulcro, donde podía leerse sobre su cubierta:
La Venerable Beata y
Santa Reina doña Teresa Gil de Vidaurre, despreciando el mundo fundó este
monasterio al que dio el título de Beata María de Gratia Dei, a quien le
consagró, y en él que tomó el habito, profesó y vivió santamente entre las religiosas cistercienses.
Al pasar el tiempo Micaela fue
recompensada por su buen hacer con el puesto de madre abadesa de la
congregación cisterciense, pero quiso ir un pasa más allá en su
abnegación y unir su culto a la estrecha
observación que vivía
la rama de monasterios del Cister que seguía las Normas de San Benito .
Todas las subordinadas
que la obediencia no estuvieron de acuerdo con sus peticiones y Madre Micaela decidió fundar su
propio convento en su ciudad natal. Hecho que llevó a cabo gracias al donativo
de unos terrenos por parte de una familiar. En 1925 se colocó la primera
piedra y dos años más tarde el 30 de Octubre
se reunió a los creyentes del
pueblo para celebrar la primera misa en
el nuevo convento de monjas bernardas de Font Salutis en honor a la
Virgen de la Salud de Algemesí, que dedicadas a la oración y trabajo. Iban a
vivir del cultivo del huerto, la crianza de gallinas ponedoras y de más
pequeños animales, haciendo remiendos caseros, lavando la ropa de los vecinos y
sirviendo de hostelería a los piadosos viajeros, muchas veces faltos de
estipendios.Todo esto respetando la clausura que habían aceptado por voluntad
propia .
Todo fue como se
busco, hasta estallar la Guerra Civil Española en 1936. Bien sabido es que muchos religiosos fueron punto de
mira de una violencia infundada, incluso de martirio y por desgracia esta fue la suerte de la
Madre Micaela, que después de refugiarse en casa de su hermana carnal,
tras conocer la noticia de varios altercados con el clero en la capital
levantina, fue apresada y llevada hasta su mismo monasterio, que en aquellos días servía de
cárcel a sus congéneres de fe. Allí fue
interrogada, golpeada y maltratada verbalmente durante un mes
entero. Hasta un frío día de noviembre,
cuando la llevaron junto con su hermana
al cruce de caminos del cercano pueblo de Benifaió, donde fue fusiladas sin
atino, golpeada hasta morir, con la culata de su fusil ejecutor y después
decapitada. Tanta atrocidad para con una persona que en su vida no hizo más que
bien,¡ de verdad,que resulta incomprensible!
Ahora sus retos, tras su
búsqueda, que se emprendió al acabar la Guerra Civil Española, descansan en el
sencillo cementerio del convento, enterrados en la tierra del monasterio que
fundó.
Monasterio de Font Salutis /Algemesí
LIRABELGEMA ....Gema A. Blasco.
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