miércoles, 18 de septiembre de 2019

AMARILLO, VERDE Y AZUL

     
Confieso que me gusta hacer viajecitos, más de una vez a la semana. Lo peor de emprenderlos es la debida organización, lo sé, pero yo en ese aspecto soy muy meticulosa, no me gusta ver nada fuera de su sección. Día a día voy colocando cada cosa en su sitio, y así a la hora de la marcha todo es más rápido. A veces, sobre todo después de una celebración, se me acumulan tantas  trastos que ya no encuentro lugar para ellos y, me veo obligada a adelantar el viaje, o incluso a buscarme otro medio de transporte para llevármelos. Normalmente uso un carrito, ya que los trayectos son cortos. Pero lo mejor de todo es la satisfacción que encuentro con ellos. El punto final del recorrido suele estar repleto, es muy céntrico, y eso se nota, aunque aquí una servidora siempre encuentra un hueco para darlo todo. Al fin y al cabo para eso me desplazo hasta allí, y las veces que haga falta, con tal de cumplir con mi deber de ciudadana del mundo.  

Las zonas de reciclaje deberían ser un viaje obligatorio para todos; papel o cartón, aceites, vidrios y plásticos, tienen que pasar de útiles a reaprovechados.    




#zenda  #viajessostenibles



   

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