martes, 27 de noviembre de 2018

MININAS.



 Siete más siete son catorce. Esas son las vidas que han salvado mis gatos, con tan solo su fija mirada parda.
No saben esconder su implícita curiosidad, para ellos es normal vigilar a los vecinos. Los días grises no salen, las nubes los castigan, porque yo soy incapaz de negarles nada. Hasta su comida es mejor que la mía. ¡Así de avispados están mis mininos!

Marta, pelo cano, caminar lento, gafas de culo de baso, sin ofender. Un miércoles cualquiera salió a hacer la compra, café, detergente y una revista para entretenerse. La soledad es muy mala por las noches.
Caminaba por la cera, paso junto a nuestra puerta y, Txiky salió a saludarla. Le gusta restregarse por las piernas de quien le cae bien. Los tres segundos que duraron las caricias a modo de saludo hacia mi gatita , la mayor, la libraron de ser atropellada por un coche, cuyo conductor iba pasado de copas. Consecuencia, el empotramiento de su vehículo en el escaparate de la tienda para todo del barrio, a tan solo quince metros de ellas dos.

Rubén, Sara y Pablo forman una de las familias más bonitas del barrio, a mi parecer. El año pasado Sara que es de gustos muy vintage, se empeño en usar un brasero, bajo mesa camilla, para calentarse durante los torneos de Play. Compartir afición, vicio, con el marido y el hijo debe ser lo mejor. La falta de costumbre a la hora de utilizar tales antiguallas, aunque modernizadas, la llevo a pasarse con la carga de carbón vegetal y acabaron todos amodorrados, casi inconscientes, pero con ganas de vomitar.
Lunes es una buena exploradora, con un potente olfato, yo diría que más desarrollado de lo normal, supongo que la juventud también la ayuda a estar en plena forma, en estos menesteres.
Le tocaba aquel día pasear por las terrazas del gran edifico de la esquina, justo en el ático, la ventana de la cocina tenía una leve apertura, lo suficientemente amplia para que una gata escurridiza como ella pueda entrar. Le encanta la sardina a la brasa que prepara mi madre en el chalet, y, allá que fue. Sardinas no habían, pero un aroma conocido tal vez. Paso de una habitación a otra buscando no sabia que. De repente encontró a los tres miembros del club del video juego, echados en el suelo, el sofá y junto la mesita del teléfono. El salón parecía un campo de heridos, sin lesión alguna. Eligio a Pablo como su primera opción  de entretenimiento, ya que al parecer allí no iba a comer. Es lógico buscara la compañía de un niño. Le atuso el pelo y lamio la cara, espabilándolo con su acción, este reacciono y tuvo conciencia el tiempo suficiente para poder marcar el 112, sus padres lo habían  aleccionado muy bien. Hay que estar espabilado para todo, le dice continuamente Rubén, su padre.

Germán es mi vecino preferido, me encanta verlo llegar del gimnasio, con el pelo mojado y, esa preciosa sonrisa suya, que casi te hace olvidar sus perfectos músculos. ¡Lo que daría por hacer ejercicio del bueno con él!
Txiky parece que intuye mi interés por este y, a veces creo que busca engatusarlo, pero no sé si por ella o por mí. Lástima que tenga novias, amigas con derecho a roce o si novias, no habéis escuchado mal. Tres para ser exacta, por eso yo no pierdo la esperanza de ser la cuarta y más importante en su vida. La química se nota sobradamente cuando hablamos en el rellano de cosas diarias o tomamos café, los viernes por la tarde en su casa, durante la sesión del club de lectura de la calle Atalaya. Solo somos dos miembros de momento, pero justamente por eso lo disfruto infinito, no hay nada que me guste más que leer, aparte de estar con. Es difícil encontrar a un hombre tan guapo e inteligente y, encima Germán sabe hacerse el interesante muy bien. Conmigo parece que juegue, de algún modo, al ratón y al gato. No dejo que me cuente nada sobre sus amoríos, porque pasaría a ser la típica confidente, exenta de polvos y, precisamente es lo último que yo deseo, porque deseo tengo para parar un tren. ¡Qué os voy a contar de las gatas en celo!
La pasada noche vieja Germán salió a celebrar el fin de año, una discoteca, con cena concertada en un restaurante céntrico, y barra libre después de las doce, cuando ya estas lleno de comida y bebida para reventar, pero siempre hay algún imbécil, perdón , digo valiente, que no hace más que tomar y tomar. No iba solo, algunos amigos lo imitaron y, su complaciente trió lo acompañaban también, las hay liberales y bisexuales, qué a más tocan y, la verdad hacen bien. ¡Ojala no fuera yo tan etero!
Los cuatro juntitos llegaron bastante afectados de madrugada, por lo visto la noche había sido muy interesante. ¡Qué envidia, y yo solita en casa! Sus reflejos no estaban para sustos, pero bien gordo que se lo llevaron. Apenas habían acabado de salir del taxi, cuando un atracador, disfrazado de payaso se les acerco con una pistola en la mano. Una de las chicas de Germán supo reconocer de inmediato que no era un juego, pues claramente el arma era de verdad, su condición de policía  local, la hacía entendida en el tema. Así pues sugirió que obedecieran al delincuente, sin necesidad por parte de este, de tomarse la molestia de dar ninguna orden. Solo pidio y con voz más baja que alta, que le entregaran todos sus objetos de valor.
Mi chico buenorro no podía conformarse ante tal agresión a su hombría y mientras sus acompañantes se despojaban de joyas y abrigos, él iba maquinando un plan. Pero su amor gatuno, mi Txiky acudió al rescate, junto a su fiel compañera Lunes, cual dos heroínas de película.
¡ Zas,zas,zas! Arañaron cuanto pudieron del atracador payaso las gatas, tras haber saltado desde la escalera colgante, prevista para los incendios. El pobre sinvergüenza se asusto tanto que soltó la arma sin querer, hecho que la chica policía, bien entrenada, aprovecho para reducirlo con dos golpes certeros y, luego colocarle las esposas, que hacia tan solo unas horas había utilizado para su propio placer.

Habréis adivinado que en este barrio nos van mucho los clubs. ¡Pues sí, la verdad! Tenemos uno de natación contra corriente, que fue inaugurado el día en que casi me quedo vacía en la vida, pues sin ellas dos, todo me sabría muy amargo.
Escenario la vega del rio del pueblo, protagonistas un niña sin educación alguna y, menos respeto por los animales aun, y mis dos mininas. La junta de vecinos había organizado una excursión, para ver si así todos éramos capaces durante un día de olvidarnos de los móviles, los ordenadores, las video consolas y de mas aparatos tecnológicos.
Recién acababa de dejar la bici apoyada en un árbol, Lunes y Txiky iba en la parte trasera, metidas en su cómodo traspontín, las deje sobre tierra primero que nada y me dirigí, por unos breves minutos, a hablar con el encargado de actividades, para ver en que podíamos ayudar. Mis gatas son muy artistas, yo diría que hasta saben cantar y bailar, pero puede ser que sea amor de madre adoptiva.
En eso que la traviesa, digo eso por no faltar, de Susanita cogió el trasportín y marcho de paseo, con complejo de caperucita o vete tú a saber de qué. Muy curiosa ella quiso saber qué tipo de viaje, podrían correr las pobres bestiecillas, metidas en aquella posible embarcación, si la colocaba sobre el tablero de madera que acababa de ver flotando sobre la orilla del el rio. Y más ancha que larga que larga deposito el trasportín sobre la madera flotante y, la empujo con toda su fuerza, para que comenzara la improvisada aventura. Los pobres animalillos notaron la sacudida de la corriente de inmediato y se pusieron a maullar desesperadamente. Todo fue tan rápido, que no podía creer lo que estaba pasando, corrí desesperada hacia la sección del rio donde se encontraban, pero su marcha era tan veloz, pensé que nunca las alcanzaría. Justo al pasar por delante de un tronco saliente que comunicaba con tierra la puertecilla de la ahogante jaula, se abrió, tras la maña de Txiky con sus uñas, no era lo primera vez que lo hacía, aunque si la única en que me puse contenta. Mis mininas saltaron rápidamente al troco y de allí corrieron hacia mí. Jamás había sentido sus poco intencionados arañazos tan gustosamente.
Pardas y blancas, Txiky con toques negros de madurez, la que les ayudo a saberles la vida, la experiencia, el saberse en riesgo. Lunes sabia por seguir a su hermana mayor. Nunca me he sentido tan orgullosa y preocupada, ni si quiera por mí misma. No solo salvaron otras vidas, sino también las suyas. Como dije quince en total, ¿o no dije catorce? Pero es que la mía, día a día también cuenta.         




sábado, 17 de noviembre de 2018

ESCARNIO 1




Aún recuerdo lo que sentí la primera vez, la sangre me bullía, pidiendo la visión de su semejante ante mis ojos. Fue muy fácil, quizás demasiado, es como una pasión que te lleva a pecar una y otra vez. Cada día la deseo más, cuando no la perpetuo pienso en ella. Evocó su femenino nombre.
 Aunque todos la teman, yo pienso seguir a su servicio, no en vano me eligió entre muchos.  Muy a menudo venía a visitarme por las noches, colocando sobre mi cuerpo su mejor arma, la que le da el poder. Ella es la única digna de decidir quién queda y quién se va. Pero yo estoy aquí para ayudarla. Sus lecciones, susurradas, incluso a veces en sueños, son las que me sirvieron de inspiración, junto a su afilada "lengua," para mis ofrendas hacía su ser. El más supremo.
Doy gracias por haber encontrado a  mis espaldas  a unos cómplices, para que ella y yo podamos deshacernos del fruto de nuestros pecados. Mi viejo oficio me hace maestro a la hora de desmembrarlo, dividirlo, en las oportunas porciones, que mí poco lucida y avara vecina, convierte en alimento para otros desgraciados. Unas pocas  monedas bastan para acallar su conciencia, junto a la de su marido, el enterrador del cercano cementerio de San Martín,que se encarga de dar sepultura a los despojos sobrantes de nuestro escarnio.
Pero es cuestión de tiempo que todo se sepa, nuestro delito es demasiado sublime, a la vez que grave. Lleva implícita la búsqueda por parte de huérfanos, viudas y padres, de  los que ya no están con ellos. Entonces habrá quien me acuse de demente. Aunque yo prefiero que se me recuerde como el barbero asesino del Cap i Casal, el verdadero amante  de la muerte.  






     
 Permitidme, si hacéis el favor, que justifique mi relato antes de vuestras críticas constructivas. Desde un primer momento quise que mi personaje masculino fuera una persona con problemas psíquicos, un perturbado, un asesino y, que transmitiera en su monólogo su inconsciente locura. En eso que recordé una historia verdadera que había leído  a principios de mes. Transcurre en el Cap i Casal o sea Valencia, a principios del siglo XIX,está documentada en el dietario de Pablo Carsí y Gil, “Cosas particulares, usos y costumbres de la ciudad de Valencia, 1800-1873”, y que fue dada a conocer por Rafael Solaz Albert en su libro “La Valencia del más allá”. Los hechos acaecidos no son otros que la misma trama que se cuenta en la leyenda del barbero diabólico de la calle Fleet de  Londres, que inspiró el argumento de la famosa película de Johnny Depp, sobre la supuesta vida de Sweeney Todd. Que nunca se demostró que existiera. En cambio sí hay testimonios de la presencia de un barbero diabólico en  la Calle Manyas,  está situada  en las cercanías del antiguo y desaparecido cementerio de san Martín,que perpetró ese tipo de asesinatos, con el apoyo de su cómplice.Una carnicera muy afanosa, que embutió y cocinaba  todo tipo de carnes frescas, en su local abierto casi durante  las veinticuatro horas del día.


martes, 6 de noviembre de 2018

ÉXIT/O



   
Ángel nació con las metas muy claras, ser un payaso en escena, un extremado dramaturgo ante sus debilidades y seguir un guión durante toda su vida. Todo cuanto hiciera falta para llamar la atención. Para eso se sentía un ser especial, tocado por las musas de las artes. No solo sabía hablar con su faz, también sus manos interpretaban. 

Nada era suficiente para él, ni su nombre,  ni su lugar de origen, ni las mujeres que pasaban por su vida. Solo una le valió la pena, el tiempo suficiente para perpetuar su ADN, ese que debía ser tan valioso como su existencia. El producto de su locura pasajera, una niña , una hija, en la que frustrar sus imperfecciones y corregir sus fracasos.

 Optó por cambiar las denominaciones que no le gustaban. Marchó y comenzó de nuevo, eso sí, sin olvidar que era padre. Pero sus recuerdos lo perseguían, confesandole que su fama no había durado ni un segundo, a pesar de tanto vivido y echado en cara. Descaro no le faltaba, era otra forma de hacerse de notar. De  intentar sobresalir, ante los que no creía importantes, que eran la gran mayoría, pero no todos. Y nadie te admira, si tú no lo valoras. Tal vez ese era su mayor problema.

Una vez más se abrió el telón, y Ángel, antes Vicente, no sabía si hacer reír o reírse de cuantos lo miraban. La verdad, aquello tenía  pinta de acabar en drama. La función, un monólogo, su especialidad, no hacía nada mejor que escucharse a sí mismo:

_ " Soy Ángel  y toco como los ángeles.
¿ Y qué sé tocar ? Varios instrumentos,
mujeres guapas y el cielo, con mis dedos mágicos.
Hablo cuatro o cinco idiomas diferentes,
ya he perdido la cuenta de cuantos,
porque he vivido en muchos países.
Ya soy tan internacional como la paella,
que en verdad es tan valenciana como yo.
Podría  hablarles de muchas cosas,
pero la verdad, no encuentro mejor tema que yo."


 Él que se las daba de generoso y sabio, solo sabía  desafinar ante la vida. Gritar incoherencias, sobre actuadas. Soñar con que era mejor, mucho mejor de lo que era en realidad,  por eso sigue siendo solo un personaje en busca de una salida, que le lleve al éxito.


sábado, 3 de noviembre de 2018

EL PAPER DE XÁTIVA


Doy gracias al profeta por permitirme ser liviano y dado a los placeres terrenales, que no me hacen desear ni paraísos, ni cuarenta vírgenes en el más allá.  Mis dones van desde la palabra hasta la complacencia, nadie como yo para saber apreciar las artes del buen vivir.
No hay mujer que se me resista, con caricias, versos o besos, las hago derretir. Nunca negaré lo obvio, pero servidor más fiel tampoco lo encontraréis, en cuánto tengo encomienda, para mi otra  labor ya no hay. Ahora he de leer las ordenes de mi rey.
Todas las misivas de mi señor Lope vinieron, vienen, van y vendrán escritas en el más exquisito papel, hasta los reyes cristianos quedan sin quererlo atrapados, en el tacto de aquel mensaje, que tal vez y, según para quien, no puede resultar nada suave. Dicho esto, solo puedo añadir la historia de este maravilloso utensilio, que se porque un poeta como yo, no posee alma efímera, y sabe perdurar en el tiempo. Como así sea alabada y glorificada la memoria de mi Rey Lobo, poseedor de esta ciudad.
Paper es la palabra que nombra la hoja delgada que se hace con pasta de fibras vegetales.
Este nombre procede del latín papyrus que es la traducción griego papyros y que a su vez proviene de los jeroglíficos egipcios  PPR (Perteneciente al faraón) que llega al las polis griegas con los mismos símbolos  aunque en forma de hierograma, significando  letra sagrada.
Por lo tanto paper fue antes que papel y, curiosamente, así se refleja en el idioma anglosajón, que copió la palabra del catalán, gracias a la ciudad valenciana de Xátiva  que fue quién  introdujo el papel en Europa, allí se comenzó a fabricar en 1071 con paja de arroz y grasas animales. Una forma mejorada de manufacturacion, tras haber heredado el saber de ciudades como Bagdad, El Cairo y Fez, que guardaban las mismas raíces islámicas que Xátiva en aquella época, pero estas le robaran el invento a la China, después  ser desvelados sus secretos tras la batalla de Samarkanda.
Y con estas palabras termino mi labor, enseñar al que no sabe, ha sido mi misión en esta ocasión.  Mi señor así me lo ordenó. Mi lobo deja huella, desplegando su estrella en papel xátivi.




NOVIEMBRE






De color calabaza se viste Noviembre, con hojas caídas y muerte vestida de recuerdos. Todos los años lo mismo, la tradicional visita al cementerio. Flores para los nuestros, limpieza de lápidas y lágrimas en nuestros ojos. Reencuentro con vivos y ancestros, en un camposanto de alineados cipreses.

Mi madre reniega de las costumbres yanquis, que nos están invadiendo, las encuentra de muy mal gusto. Prefiere a la Santísima Santa Muerte, la niña blanca, esa que es adora en México.

Su amiga Marta es ciudadana del mundo, pero nació en la tierra mexica. Ella le contó que la tradición de tal culto vino transmitida de boca en boca. De siglo a siglo. Entre las diferentes culturas, que se iban sucediendo.

Primero fueron Los Mayas con su dios Ah Puch, rey de Xibalbá, el inframundo. Desaparecidos estos ocuparon su lugar los Aztecas con Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl dioses con género de la muerte, que dominaban la oscuridad del Reino de esta, Mictlán. Pero todo culto a esqueletos se tuvo que silenciar por el momento, cuando llegó el virreinato de España y su Santa Inquisición. Aunque el secreto nunca callado del todo seguía existiendo en la memoria colectiva de los indígenas. Hasta un día en que la Santísima Santa Muerte se reveló, mostrándose en su forma, en una choza del poblado de Catemaco. Tras lo cual su espíritu voló a todos lados para no esconderse de quien realmente la ama. Los cristianos de antiguo la tacharon de aparición satánica, pero su culto prevalece y aumenta para bien y para mal. Ella no juzga a quien la sigue, busca adeptos y nada más.

La muerte forma parte de la vida, y allí se colocan altares en las casas, con retratos, flores y la comidas preferidas de los difuntos que son honrados, en el que fue su hogar, o ante los seres que les guarda recuerdo. Eso me transporta junto a Coco. Sí, la anciana de la película, ¡cuánto lloré viéndola! Pero me encantó, sobre todo la parte que copio para cantarle a los míos, a los que ya no están:

" Ay, de mi llorona
Llorona de azul celeste
Y aunque la vida me cueste llorona
No dejaré de quererte
Me subí al pino más alto llorona
Haber si te divisaba
Como el pino era tierno llorona
Al verme llorar, lloraba
La pena y la que no es pena llorona
Todo es pena para mi
Ayer lloraba por verte llorona
Hoy lloro por que te vi
Ay de mi llorona, llorona
Llorona de azul celeste
Ay de mi llorona, llorona
Llorona de azul celeste″
Y aunque la vida me cueste llorona
No dejaré de querer
Ay ay ay ay" 

¡ Padre cuánto te echo de menos!

#zenda  #mexico #día de muertos.