miércoles, 26 de julio de 2017

EN EL CARMEN





Como cada Domingo Alba y Pedro, trabajaban de voluntarios en el Centro del Carmen. Ambos estudiaban turismo y les encantaba guiar a los turistas por las historias y calles de Valencia. El roce hace el cariño y este fue el que hizo que acabaran siendo pareja, hace ya más de un año.

Estaban acabando la visita del medio día, en la que entretenian a unos zalameros andaluces, cuando Alba salió junto a la puerta principal a fumarse un cigarrillo. Le dolía mucho la cabeza, la noche anterior había sido una locura, ni si quiera ella sabía cómo y cuándo había vuelto a casa.

Pedro al verla encender el cigarrillo clamó venganza y, dirigió a los turistas sevillanos hacia la entrada . No llegaba a comprender como Alba no se había dado cuenta del cabreo que tenía, de primeras  esa mañana no la había avisado de que hacía tarde, ni siquiera le preparo el desayuno cómo todos los domingos. Vivían  juntos desde hacia seis meses  y al parecer todo iba bien,  tranquilo. No eran una pareja dependiente, les gustaba salir casi siempre con los amigos, juntos o por separado, la relación  perfecta .

Tras la primera calada de humo ,  Pedro comenzó su historia, en voz bien alta para que todos pudieran escucharle perfectamente:

- ¡Ahora que veo a mi compañera y más fumando! Viene a mi memoria un dato curioso que de seguro les va a interesar. ¿Sabían ustedes que en la antigua Valencia  existió una de las mancebías mas grandes y famosas de la Europa medieval? Muy cerca de estas calles. Exactamente entre el 1325 y el 1671. Durante más de tres siglos.  En aquella época los lupanares eran considerados como un mal menor. Pues al fin y al cabo realizaban su función social, evitando adulterios, violaciones y de más. Extraordinario por ser un lugar o mejor dicho barriada dedicada a la prostitución, que quedó cómo pocas o ninguna dentro de las murallas de la cuidad. Tuvo un riguroso sistema de control médico y orden publico ...En este barrio solo permitido a los hombres cristianos , prostitutas , meretrices y artistas de dudosa moral, también se celebraban fiestas y actuaciones artísticas. Todo lo posible y necesario para distraer y complacer a los caballeros y, no tan caballeros de la época, que llegaban de toda Europa por la fama de sus mujeres. Chicas mayores todas ellas de 21 años, procedentes de diversas tierras , incluso extranjeras  .
 
Tras tan fidedigna descripción Alba pensó  ´´ Tragarme tierra ´´. ¡Entonces es verdad! No fue un sueño. Al final me tire a Jesús, tanto fue el cántaro a la fuente, que caí, no sé si queriendo , pero deseando, seguro que sí.
Se acerco rápidamente a Pedro y le dijo :

- Encima de cuernudo mal aplicado, has olvidado explicar porque me has relacionado con las prostitutas al verme fumar  y lo más importante porque las has relacionado a ellas con el tabaco .

Y esta vez dirigiéndose  a los atónitos turistas, expectantes ante lo ocurrido explicó  los porqués :

-Deben saber señoras y señores que antiguamente las prostitutas consumían tabaco habitualmente, de ahí la fama de mujer fatal de las fumadoras .

 Luego se dirijo muy segura de sí misma a Pedro, soltándole en la cara- Si piensas  que voy a arrepentir, visto lo visto, ¡va a ser que no !







                                           Gema A, Blasco.


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